Año tras año arden los bosques
en Andalucía y resto de la Península Ibérica.
Entre
los días 17 al 24 en el país vecino, Portugal, tuvo lugar el incendio más
violento que se ha dado en las últimas décadas, morían 65 personas y al menos
135 resultaron heridas, miles de hectáreas quedaron calcinadas y cientos de
familias han perdido todo.
En Andalucía que año tras año es pasto de las
llamas, hoy tenemos que lamentar el que hayan ardido miles de hectáreas en las
proximidades del parque natural de Doñana, concretamente en su Espacio Natural;
el daño medioambiental ocasionado es de una magnitud incalculable, se ha
quemado bosque compuesto de árboles centenarios que tardaran décadas en volver
a disfrutar de la frondosidad que tenían; han estado en peligro poblaciones
cercanas; han ardido instalaciones de ocio y recreo y a punto ha estado de ser
destruido por las llamas el centro de recuperación del lince ibérico de El
Acebuche.
El
criminal incendio de Pedrogäo Grande en Portugal, así como el de la provincia
de Huelva, como la mayoría de los incendios que se sufren en la península
Ibérica son consecuencia de las políticas desarrolladas por los diferentes
gobiernos en las que imperan los intereses capitalistas. Son los planes
forestales basados en los intereses madereros e industriales de las celulosas
para fabricación de papel, los que exigen que los bosques en su mayoría estén
plantados de arboles de rápido crecimiento y que se adapten a las necesidades
de las mencionadas industrias, este tipo de árbol es de muy alta combustión lo
que hace imposible el poder sofocar un incendio hasta que este no haya ardido
por completo.
Las
bajas partidas presupuestarias destinada a impedir que se produzcan incendios,
la escasa dotación económica. con sus consecuencias de falta de medios
técnicos, de equipos materiales y humanos dedicados a la extinción facilitan
que nuestros bosques ardan.
Por
otra parte la vigente Ley de montes aprobada en el 2015, posibilita la
recalificación y cambio de uso del suelo forestal que haya ardido, esta famosa
modificación del art. 50 de la ley de montes, que los gobiernos gestores del
capital, quieren hacer creer que con ésta se mejora la protección del monte,
esta ley que está diseñada de tal forma que aun demostrando que el incendio ha
sido provocado el suelo puede ser recalificado. Ley que permite que se presente
un proyecto el cual necesite la ocupación de suelo protegido -bosque-. Si el
proyecto es declarado de utilidad pública por parte del gobierno, se podrá
instalar, llevar a cabo, y será mas fácil y ágil su implantación, si el bosque
ha ardido.
¿Sera
coincidencia? Pero desde el 2012 en Doñana se pretende instalar un súper
almacenamiento de Gas, en 2015 Gas Natural Fenosa presenta el proyecto Marisma,
para instalar almacenes de gas en Doñana.
El
gobierno en 2016 declara el Proyecto Marisma, de Gas Natural Fenosa, "de
utilidad pública". ya decíamos que, si el bosque arde, el proyecto tendrá
menos dificultades para su implantación definitiva.
El
PCPA-PCPE denuncia todas las políticas de los gobiernos de la burguesía y, en
esta ocasión las relacionadas con la conservación del medioambiente. Exigimos
la inmediata derogación de la actual ley de bosques, así como la suspensión
inmediata de la consideración "de utilidad pública" al
proyecto Marisma de Gas Natural Fenosa. Exigimos la desautorización de todos
los permisos concedidos a Gas Fenosa para la instalación de plantas de
almacenamiento en Doñana.
Proponemos
una ley de montes en la que impere la total protección de la vegetación y fauna
del monte.